El juego no es un simple medio de distracción para mantener a los niños entretenidos ¡Es mucho más que eso! 

Favorece muchos procesos de aprendizaje y es fundamental en el desarrollo emocional de un niño.

Jugar lo estimula a dejar volar su imaginación mientras aprenden de sus errores, superan sus fracasos y se acostumbran a compartir con los demás.

Invitarlos a jugar con actividades sencillas es importante, ya que no solo los beneficiamos a ellos en su desarrollo, si no a nosotros los adultos en la manera de relacionarnos con los más pequeños desde su lenguaje natural, el juego.